De la calle al barrio.

Hay perros que viven libres, libres incluso de derechos. Gozan de espacio y tiempo mientras añoran el calor, seguridad y estabilidad que da un hogar. Son los perros de la calle, perros iguales que los demás pero con una situación muy diferente.

Andar suelto por la calle sin aparente “dueño” es una situación susceptible para acabar en la perrera, refugio o albergue si se vive en una ciudad española.

Por varios factores. La seguridad del perro y las personas es uno de ellos: el perro puede ser atropellado, lastimado o víctima de una pelea con otros perros. Las personas verse víctimas de un ataque o en caso de atropellarlo o evitar hacerlo sufrir un accidente. Otro sería la salud del animal: que tenga una alimentación suficiente, la posibilidad de recibir las vacunas adecuadas, cuidados veterinarios, etc.



Creo que el motivo más importante que hizo decantarse a las leyes de forma tan estricta es la higiene. Las molestias que causaba ver a un perro vagabundear por las implicaciones que podía tener: sarna, rabia, pulgas, garrapatas, etc. Pronto se paso de la normalidad de ver un perro en la calle, a considerarlo sinónimo de suciedad y dejadez. Desde entonces se empezó ha actuar y se ha hecho con vehemencia. Los municipios endurecieron sus sistemas de recogida de perros de la calle y las incineradoras de las perreras municipales echaron mas humo que nunca. Una fuerte limpieza.

Mientras, sociedades protectoras de animales, personas individuales, proteccionistas, no dejan de hacer un “caminito de hormigas” para contrastar esta barbarie: campañas de esterilización, de sacrificio 0, casas de acogida, campañas de concienciación, etc., contribuyen a que más familias escojan la opción de adoptar sobre la de comprar.

Hoy por hoy la situación no es muy alentadora. Cada vez hay más perreras y refugios abarrotados de perros, y a la situación que teníamos se le añade un nuevo hándicap: el abandono de animales por problemas de conducta.

Algunas ciudades europeas siguieron un modelo diferente, permitiéndose en ellas que haya perros callejeros, haciéndose la gente y las autoridades cargo de su bienestar. Yo mismo viví en una ciudad en la que pasa algo similar.

En Buenos Aires el ayuntamiento intenta cazarlos y sacrificarlos, teniendo los perros la fortuna de que la ciudad es tan grande y los recursos tan pocos, que no pueden llevar a cabo el exterminio. Allí los perros son cuidados por los peatones, vecinos, comerciantes… por “el barrio”. De esta forma los perros, a un riesgo bajo, cubren los factores numerados anteriormente. Presentan un aspecto saludable, de hecho parecen tener una “salud de hierro”. 
Estos perros saben manejarse por la ciudad. Se cuidan al cruzar la calle de tal manera que si hay semáforos se esperan junto a la gente en el paso de cebras. No molestan a la gente, solo se acercan si alguien los llama y lo hacen con todas las precauciones posibles. Antes pensaba que era miedo, ahora se que son señales de calma.

Tal y como se muestra en “La Dama y el Vagabundo”, tienen bastante asegurada la comida, saben a dónde ir y a qué hora hacerlo. El mismo carnicero, que de día te atiende a ti, antes de cerrar los “atiende” a un par de ellos. En una ciudad hay infinitos recursos, aun así la comida no abunda (por lo menos no a su disposición) y eso hace que las poblaciones se mantengan estables.

Y lo más importante: NO PARECEN TENER PROBLEMAS DE ESTRÉS. Están tan adaptados, que pueden dormir entre un mar de gente si el solcito es bueno y pocas veces tienen apuro para llegar a ningún sitio puesto que se toman el tiempo que necesitan antes para “ir tirando”. ¿Si alguno corre?… o está huyendo de algún sitio donde “lo sacaron con la escoba” o son perros jóvenes haciendo alguna travesura.


Esto me lleva a preguntarme ¿no sería posible algo así en España? Actualmente lo veo utópico, pero es un pensamiento que recorre mi interior cada vez que paseo de noche por mi ciudad y veo las plazas tan vacías… tanto espacio sin aprovechar, tantos perros en jaulas de pocos metros cuadrados.
Pienso que aquí no podría ser como en las ciudades de las que hablamos, pero creo firmemente que podrían adoptarse unos cuantos perros esterilizados y convivir con ellos en el barrio, con personas designadas para hacerse cargo de ellos. Me encantaría vivir en una ciudad así. Haciendo bien el trabajo los perros podrían disfrutar de ser perros de barrio, podrían relacionarse con los demás perros de compañía, serían un estupendo aprendizaje para niños y grandes de cómo se comporta un perro en realidad, cosa importante, puesto que en este aspecto se ha retrocedido mucho.
Los perros llevan muchos años adaptándose a nosotros, aprendiendo a convivir… de un tiempo a esta parte cada vez más cachorros, jovencitos, adultos y ancianos están en jaulas esperando su oportunidad. Os animo a pensar qué les podemos ofrecer… y devolver.
Nª del autor: Si a alguien le ha gustado este modelo y piensa que esto se puede llevar a cabo en su zona, me ofrezco para ayudar en la planificación e implementación del mismo. En mi blog se encuentra la forma de contactarme.
Nicolás Planterose.
Este articulo fue publicado en el numero 6 de la revista REC+

4 comentarios:

ARACELI dijo...

HOLA NICO, SOY DE BUENOS AIRES, AUNQUE VIVO EN MADRID DESDE HACE 20 AÑOS. RECUERDO MUY BIEN CUANDO DE NIÑA VEÍA A LOS PERROS EN EL BARRIO, SALTANDO DE UN JARDÍN A OTRO... PERO TAMBIÉN RECUERDO QUE EN ESA ÉPOCA, EXISTÍA ALGO HORROROSO, CUYO NOMBRE ERA "PERRERA", CON UN LAZO "CAZABAN" A LOS PERROS QUE ENCONTRABAN SUELTOS Y AHI MISMO LOS METÍAN EN LA CÁMARA DE GAS... DE VERDAD K ERA HORRIBLE, INCLUSO A VECES, AUNQUE EL PERRO ESTUVIESE DENTRO, EN EL JARDÍN DE SU CASA, LO PILLABAN IGUAL... TODO EL BARRIO SE ALBOROTAVA Y DOS VECES SE ALVÓ MI PERRO "COLIN", HASTA K UN DÍA... NO HUBO SUERTE Y NOS LO QUITARON, LLORAMOS MUCHÍSIMO Y AGRADEZCO QUE ESE HORROR HAYA TERMINADO...
EXCELENTE TU BLOG, SOY EDUCADORA CANINA Y ME AYUDA MUCHO, GRACIAS POR COMPARTIR TEMAS TAN INTERESANTES.. UN SALUDO

hwanphee dijo...

La idea es tremendamente estimulante,pero... (siempre hay un pero) choca frontalmente con la legislación actual y con muchas ordenanzas municipales. De hecho incluso se están promoviendo cambios legales para considerar "especies invasoras" a perros y gatos "asilvestrados" (sin dueño), y se podrían incluso llegar a cazar por medio de batidas si la cosa se oficializa. Es largo para comentar aquí, pero en la legislación actual hay un vacío legal respecto a donde se ubican los gatos urbanos nacidos en libertad y que no forman parte de una colonia controlada, no son domésticos, no son asilvestrados, no son de una colonia, no son fauna salvaje... Y por tanto están desprotegidos legalmente. Lo mismo pasaría con perros que vivieran en libertad en la calle, ¿que son? ¿fauna urbana? ¿que ley los protegería de un posible maltrato? Sé que la cuestión suena aburrida, pero por desgracia es importante y debe tenerse en cuenta.
Fidel

Anónimo dijo...

Hola Nicolás: Vivo en Buenos Aires y, por suerte, las cosas están cambiando acá. Hay muchas personas que cuidan a los animales de la calle, ahora llamados "comunitarios" porque son responsabilidad de la comunidad y los cuidan, vacunan, llevan al veterinario entre todos y el perro duerme en la calle, Es muy lindo verlos así. Cada vez que salimos a pasear, mi perro juega con uno de ellos durante un rato antes de volver a casa. ¡Felicitaciones por tu blog! Saludos. Tomás

ROSANNA BENEDETTO dijo...

hola.... soy de Mendoza - Argentina - y tu perspectiva de las cosas me tranquiliza bastante. Huelo cierta comunión de criterios entre educadores, adiestradores etc...que no comparto del todo. En mi provincia todavía el perro ..es perro. Cdo veo lo que pasa en algunos países donde en nombre del órden, higiene, seguridad... se somete a los "chocos" (término nuestro) a una vida abismalmente diferente de aquella para la cual ha sido diseñado .....me enojo mucho. Obviamente estoy de acuerdo con todo lo q implique crecimiento y evolución pero no haciendo pagar al pobre perro un costo tan alto como es nada más y nada menos que no poder ejercer sus instintos libremente. En mi país todos se quejan de que las cosas tendrían que ser como en Europa donde no ves un solo perro en la calle .... yo opino que las cosas acá no están tan mal.... el tema pasa por la toma de conciencia ... y como en todos lados, hay de todo. Cada municipio tiene móviles de esterilización y controles (gratuitos) que recorren habitualmente. Si el vecino se compromete, el perro puede estar asistido y sano. Gracias