Hay perros que viven libres, libres incluso de derechos. Gozan de espacio y tiempo mientras añoran el calor, seguridad y estabilidad que da un hogar. Son los perros de la calle, perros iguales que los demás pero con una situación muy diferente.
Andar suelto por la calle sin aparente “dueño” es una situación susceptible para acabar en la perrera, refugio o albergue si se vive en una ciudad española.
Por varios factores. La seguridad del perro y las personas es uno de ellos: el perro puede ser atropellado, lastimado o víctima de una pelea con otros perros. Las personas verse víctimas de un ataque o en caso de atropellarlo o evitar hacerlo sufrir un accidente. Otro sería la salud del animal: que tenga una alimentación suficiente, la posibilidad de recibir las vacunas adecuadas, cuidados veterinarios, etc.